¿Qué le pasa a nuestro cuerpo con los anabolizantes?
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El culto al cuerpo ha llegado para quedarse. Es un hecho que no podemos negar y no está exento de críticas. Mientras algunas personas se toman este culto como una vía para mantenerse en forma y cuidarse, otras lo llevan a otro nivel.
En la búsqueda de un cuerpo más musculoso y definido, algunos recurren al uso de anabolizantes, también conocidos como esteroides anabólicos. Estas sustancias tienen la capacidad de promover el crecimiento muscular y mejorar el rendimiento físico, pero su consumo conlleva una serie de riesgos y problemas para la salud. En este artículo, exploraremos en detalle qué son los anabolizantes, los problemas que pueden surgir a raíz de su consumo, los riesgos asociados y cómo se consumen. ¡Quédate hasta el final para algunos datos curiosos sobre estos compuestos!
Los anabolizantes son sustancias químicas que se utilizan para estimular el crecimiento y desarrollo de los tejidos, especialmente los musculares. Estas sustancias son derivadas de la testosterona, una hormona natural que juega un papel importante en el desarrollo muscular y la fuerza.
Pero los anabolizantes no solo son utilizados en el ámbito deportivo. De hecho, en medicina, se emplean para tratar ciertas condiciones físicas, como la pérdida de masa muscular en pacientes con enfermedades crónicas. Sin embargo, su uso se ha extendido en el mundo del deporte y el culturismo, donde han ganado gran popularidad, ya que dan resultados rápidos en términos de ganancia muscular y aumento del rendimiento físico. Aunque estos resultados vienen con una letra pequeña.
Los anabolizantes pueden ser consumidos de diferentes maneras, incluyendo la administración oral o la inyección. Algunos usuarios también combinan varios tipos de esteroides en lo que se conoce como pila o cycle (ciclo, en español), con la esperanza de maximizar los resultados. Un ciclo de Esteroides Anabólico Androgénicos o EAAs o anabolizantes es un esquema o programa de administración dosificado, basado en una combinación estratégica de esteroides, con la finalidad de aumentar al máximo los resultados obtenidos, disminuir los efectos secundarios y reducir al máximo el costo económico total de los esteroides a usar.
Los ciclos de anabolizantes varían en duración según la persona y el tipo de sustancias utilizadas. Un ciclo típico puede durar desde varias semanas hasta varios meses. Sin embargo, la duración del ciclo no está exenta de riesgos, ya que un uso prolongado puede aumentar la probabilidad de efectos secundarios y daños en la salud.
Aunque el uso de anabolizantes puede llevar a un rápido aumento en la masa muscular y el rendimiento, también conlleva una serie de problemas de salud. El consumo de estas sustancias de forma incontrolada y sin supervisión médica puede tener efectos negativos en el organismo. Uno de los problemas más comunes es la interrupción del equilibrio hormonal natural del cuerpo, lo que suele derivar en la disminución de la producción de testosterona propia. Esto, normalmente, resulta en atrofia testicular, disfunción eréctil y otros problemas de salud sexual en los hombres, así como alteraciones menstruales y virilización en las mujeres.
Estas consecuencias pueden llegar a ser incluso más graves si el consumo de anabolizantes se inicia durante la adolescencia.
El uso de anabolizantes en adolescentes y jóvenes aún en etapa de crecimiento puede interferir con los procesos hormonales naturales y causar una serie de problemas físicos y psicológicos. La principal es la detención del crecimiento, ya que los anabolizantes pueden cerrar prematuramente las placas de crecimiento en los huesos, lo que resulta en una estatura final más baja de lo que se habría alcanzado sin el uso de estas sustancias.
Sin embargo, hay otros problemas como cambios hormonales que afectan la producción de hormonas sexuales y procesos esenciales para el crecimiento; mayor riesgo de problemas cardiovasculares a largo plazo como hipertensión, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular cuando se inician a temprana edad; además de daño hepático, especialmente si se combina con el consumo excesivo de alcohol u otras sustancias.
Además, aumenta el riesgo de depresión, conductas agresivas, cambios de humor y otros trastornos psicológicos, y genera dependencia física y psicológica de estas sustancias, lo que hace que sea difícil dejar de consumirlas, incluso si se reconocen los riesgos para la salud.
La lista de consecuencias no queda aquí y va más allá. Aunque estos cambios no sean tan comunes como los que ya hemos comentado, no quiere decir que no te acaben pasando a ti también si caes en el consumo frecuente de anabolizantes. Así que, si todo lo anterior no te parecía suficiente, aquí te dejo algunos efectos menos conocidos:
Cambios en la voz: en algunos casos, el uso de anabolizantes puede causar cambios en la voz, haciendo que sea más grave y profunda debido al aumento en la producción de hormonas masculinas.
Acné severo: los anabolizantes estimulan las glándulas sebáceas, lo que puede llevar a un aumento en la producción de grasa en la piel y causar acné severo, especialmente en la espalda y el pecho.
Impacto en el sistema inmunológico: el consumo de anabolizantes suprime en mayor o menor medida el sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones y afecta negativamente a la capacidad del cuerpo para combatirlas.
Calvicie: en personas genéticamente predispuestas a la calvicie, los anabolizantes aceleran la pérdida de cabello al aumentar los niveles de dihidrotestosterona, una hormona relacionada con la calvicie de patrón masculino.
Aunque los anabolizantes pueden ofrecer ganancias musculares y de rendimiento en el corto plazo, su uso está asociado con problemas de salud y riesgos significativos. Es importante recordar que el camino hacia un cuerpo saludable y musculoso debe basarse en una alimentación equilibrada, ejercicio regular y cuidado del cuerpo bajo la supervisión de profesionales de la salud. Después de conocer todos los posibles efectos secundarios, ¿te planteas un ciclo o prefieres ir despacio?