Cómo mantener una buena salud sexual en la era digital
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Tiempo de lectura 5 min
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Si eres un lector habitual, sabrás que nuestra prioridad es la salud íntima masculina. Y es que la salud sexual es un aspecto fundamental del bienestar general que no debe pasarse por alto, especialmente en la era digital. Pero, ¿qué significa esto de la era digital?
Con el auge de la tecnología y las redes sociales, hemos entrado en una era en la que todos los cambios pasan rápidamente. Algunos, de forma atropellada. Y, a menos que te pases el día conectado a las redes y seas parte de la generación Z, es fácil sentirse abrumado por la cantidad de información disponible y las expectativas que se crean en torno a la imagen de una persona.
Además, no podemos dejar a un lado que la sexualidad es una piedra angular de nuestra identidad y ahora, a pesar de los tabúes aún existentes, se está empezando a hablar abiertamente sobre sus implicaciones para la salud. Por lo tanto, entender qué es la salud sexual y cómo cuidarla es esencial para llevar una vida plena y satisfactoria (independientemente de la edad que tengas). Así que, ¿te quedas para aprender a cuidar este aspecto de tu vida más y mejor?
Vayamos paso a paso. ¿Tenemos claro qué significa el concepto “salud sexual”? La buena salud íntima no se limita únicamente a la ausencia de enfermedades o disfunciones, sino que también incluye el bienestar físico, emocional y mental en lo que respecta a la sexualidad. Sobre esto, podrás nutrirte mucho más en este otro artículo en el que abordamos detenidamente los hábitos que mejorarán definitivamente tu salud sexual.
Y aunque pueda parecer obvio, esto implica la capacidad de disfrutar de relaciones íntimas seguras y satisfactorias, sin culpa ni vergüenza, y dejando claras entre todas las partes los propios deseos y límites. Sí, cuidar de tu salud sexual también es saber decir que no cuando algo no te apetece o no te sientes 100% cómodo con alguna práctica o postura. Así que, con toda esta información, nos preguntamos…
Ya sabes la respuesta: es esencial porque influye directamente en la calidad de vida de las personas. Una buena salud sexual contribuye a la autoestima, mejora las relaciones y reduce el riesgo de problemas de salud como las infecciones de transmisión sexual (ITS) o las disfunciones sexuales.
En la era digital, donde la información está al alcance de todos, pudiera parecer que todos los problemas relacionados con el desconocimiento o la desinformación se han acabado, pero las estadísticas nos sugieren justo lo contrario. Así que, en estos tiempos, es más importante que nunca estar bien informado y hacerse con una rutina de buenos hábitos (como los que te hemos recomendado antes).
Existen múltiples factores que influyen en la salud sexual, tanto positiva como negativamente. De los buenos hábitos ya hemos hablado, así que te dejo a continuación una lista de las cosas que debes evitar:
Problemas físicos: como la disfunción eréctil o la eyaculación precoz.
Factores psicológicos: como el estrés, la ansiedad o la falta de comunicación en la pareja.
Exposición a información errónea, o a expectativas poco realistas a través de las redes sociales. Esto también tiene un impacto negativo en la percepción que se tiene de la propia sexualidad.
Estilo de vida poco saludable: hábitos como el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo o una dieta poco saludable van a aumentar el riesgo de que tu salud sexual no esté en su mejor estado.
Para mantener una buena salud sexual en la era digital, es fundamental tener una correcta higiene íntima. Acceder a educación sobre la sexualidad ayuda a desmitificar muchos tabúes y a tomar las mejores decisiones para disfrutar sin preocupaciones y dejándote llevar. Para ello, es clave establecer una comunicación sin tapujos con tu pareja. Si habláis abiertamente sobre vuestros deseos, podréis explorar y comprender mejor las necesidades de ambos. Pero también es importante que tengas una buena relación contigo mismo. Para ello, podemos fomentar una conciencia corporal plena.
Las redes sociales han sido objeto de estudio y crítica por su impacto en cómo percibimos nuestro cuerpo. Esto ha dado lugar a un incremento de jóvenes que desarrollan problemas de autoestima e imagen corporal, como dismorfia corporal, una condición en la que una persona tiene una preocupación obsesiva con defectos percibidos en su apariencia. ¿Por qué ocurre esto?
Idealización de la belleza: a través de filtros, fotos editadas y la cultura del selfie, que llevan a muchos a tener que estar siempre “perfectos”.
Comparación social constante: el acceso a imágenes de figuras públicas, influencers y las expectativas de recibir comentarios y validación social nos hacen depender cada vez más de los demás.
Reforzamiento de estereotipos: bien sea a través de las normas de género, como la delgadez extrema para las mujeres o la musculatura excesiva para los hombres; o las nuevas tendencias sobre belleza, la presión para cumplir con estos ideales no deja de aumentar y contribuir a la insatisfacción corporal.
Es por ello que vivimos en un momento histórico en el que el autocuidado se ha vuelto un concepto esencial. Y por supuesto, esto incluye acudir a revisiones médicas periódicas, especialmente en lo que respecta a la salud masculina, para detectar y tratar a tiempo cualquier posible problema. También es recomendable adoptar una actitud proactiva en la búsqueda de soluciones, como el uso de soluciones o tratamientos que ayuden a mejorar la función sexual cuando sea necesario. Y no, al contrario de lo que muchos piensan, la vida sexual no solo se tiene cuando estás en pareja. ¡Puedes tener una vida íntima muy activa estando soltero!
Si antes te comentábamos la cantidad de aspectos de las redes y apps que pueden ser perjuidiciales para tu imagen corporal, ahora es cuando te explicamos que no es malo todo lo que las redes pueden ofrecerte.
Y es que, hay cuentas fantásticas que ponen rutinas de deporte, nutrición o bienestar al alcance de todos. Aquí, obviamente, no todo vale. Por eso, el primer paso que te vamos a recomendar es que te fijes en quiénes están detrás de estas cuentas. ¿Se trata de un profesional de la actividad física? ¿Qué clase de formación tiene en nutrición y dietética? ¿Qué sabe sobre bienestar íntimo?
Si pasa el filtro de la profesionalidad, es momento de analizar si esos perfiles son compatibles con lo que buscas y con tu nivel de compromiso. Esto es clave, ya que habrá cuentas que te exijan un tiempo y dedicación que quizá no puedas afrontar.
Pero si lo que quieres es no tener que complicarte y tener una cuenta que aúne todos estos requisitos y se adapte a todo tipo de situaciones, te recomendamos que sigas nuestro perfil en redes. En él, podrás encontrar todo tipo de recomendaciones sobre salud y bienestar general e íntima.
Y recuerda: tener una vida sexual más activa y satisfactoria no se trata únicamente de la frecuencia de las relaciones sexuales, sino también de la calidad de las mismas.
En definitiva, mantener una buena salud sexual en la era digital requiere un compromiso por tu parte que combine educación, comunicación y autocuidado. La tecnología puede ser una gran aliada, ya que te ofrece acceso a información de calidad y recursos útiles para mejorar tu vida sexual. Sin embargo, también es crucial estar alerta y ser críticos con la información que consumimos, evitando caer en trampas de desinformación o en expectativas irreales que puedan afectar negativamente nuestra salud sexual.
El bienestar sexual es una parte fundamental de la salud general, y dedicar tiempo y esfuerzo a cuidarlo es una inversión en nuestra calidad de vida. A fin de cuentas, el conocimiento y el cuidado son las mejores herramientas para preservar y mejorar nuestra salud sexual.