PARÓN SEXUAL Y CÓMO SUPERARLO
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Los parones sexuales son más comunes de lo que pensamos, y muchas personas los experimentan en algún momento de su vida. Desde mi perspectiva como sexólogo, considero que es un tema más delicado de lo que creemos, ya que puede generar bastantes inseguridades y malestar en la cama (y fuera de ella).
Sin embargo, a pesar de que pueda llegar a considerarse un tema tabú, ya que no se suele hablar con amigos o personas cercanas, todos pasamos por esta etapa al menos una vez en nuestra vida. Es por eso que en este artículo, voy a centrarme en desmigar las razones más habituales de los parones y proporcionar estrategias efectivas para superarlos.
Un parón sexual se refiere a un período de tiempo en el que se experimenta una disminución o ausencia de actividad sexual, ya sea en pareja o en solitario. Aunque muchos hombres no le encuentran una explicación, es importante que recordemos siempre que nuestra sexualidad no es lineal; está influenciada por factores físicos, emocionales y contextuales. ¿Qué significa esto?
La mayoría de la gente tiende a pensar que lo que pasa en la cama, se queda en la cama. Pero algunas de las causas más comunes de un parón sexual incluyen el estrés laboral, problemas de comunicación en la pareja, cambios hormonales, enfermedades físicas y trastornos emocionales como la ansiedad o la depresión. En ocasiones, incluso eventos como el nacimiento de un hijo o una mudanza pueden alterar el deseo sexual. Además, estos factores suelen ir de la mano, por lo que el efecto que tienen sobre tu deseo sexual se potencia o disminuye según cada situación particular.
El impacto de un parón sexual es muy diferente dependiendo de la persona y la relación en la que se encuentre. Algunas personas lo viven con naturalidad, mientras que otras pueden sentir culpa, frustración o incluso miedo de que esta situación sea permanente. Pero tranquilo, la mayoría de las ocasiones se trata de un paréntesis que necesitas en tu vida para dedicarte atención y cuidarte un poco más.
Desde el punto de vista emocional, la falta de actividad sexual suele ser una fuente de conflicto y desconexión en la pareja, alimentando sentimientos de inseguridad o rechazo. En casos individuales, la ausencia de actividad sexual suele afectar la autoestima, ya que el placer sexual también está vinculado a la percepción de nuestro cuerpo y a nuestra identidad sexual.
Para superar un parón sexual, lo primero es identificar qué lo está causando. Para ello, deberíamos empezar por hacer un poco de introspección y comunicación con tu pareja (si estás en una relación). Estas son herramientas clave en este proceso, pero también hay que tener en cuenta:
El estrés y estilo de vida: vivimos en un mundo que a menudo prioriza la productividad por encima del bienestar. El estrés es definitivamente un gran enemigo del deseo sexual. Si notas que estás constantemente cansado o desconectado, es posible que necesites replantearte tus prioridades y dedicar más tiempo a ti mismo.
Problemas en la relación: la falta de deseo puede ser un síntoma de conflictos subyacentes. ¿Hay resentimientos no resueltos? ¿Te sientes escuchado y valorado por tu pareja?
Factores físicos y hormonales: algunos de los factores que pueden influir en la libido son los cambios hormonales, las enfermedades o algunos medicamentos. Si sospechas que hay un factor médico involucrado, quizá es momento de consultar a un especialista.
Superar un parón sexual no ocurre de la noche a la mañana, pero con paciencia y algunas estrategias que te voy a dar, es posible recuperar tu deseo sexual.
1. Comunicación abierta y honesta
Al principio, hablar de sexualidad con tu pareja resulta incómodo, sobre todo si no habéis tenido la costumbre anteriormente. Pero es fundamental para entender las expectativas y necesidades mutuas. Así que, comparte cómo te sientes, evitando culpabilizar al otro. De hecho, en terapia de pareja, muchas veces se trabaja en cómo construir un espacio seguro para estas conversaciones.
2. Revaloriza el juego previo
La clave está en redefinir el concepto de sexualidad. Muchas veces asociamos la sexualidad exclusivamente a la penetración, pero el contacto físico, los masajes, los besos y las caricias también son expresiones de intimidad. ¿Lo has probado alguna vez?
3. Date tiempo para ti
Otra gran forma de redescubrir lo que te gusta es mediante la autoexploración. Practica la masturbación sin presiones y valora algunos recursos y herramientas como la meditación o el mindfulness para reducir el estrés y aumentar la conexión con tu cuerpo.
Si crees que no puedes superar el parón sexual por tu cuenta, valora contar con ayuda profesional. La terapia sexual te ayudará a poder crear un espacio donde hablar y trabajar los bloqueos y desarrollar estrategias personalizadas.
En consulta, se utilizan técnicas como ejercicios de focalización sensorial, que permiten que la pareja, o la persona que va a nivel individual, recupere la conexión con el placer sin la presión de "tener que funcionar". Además, algunos modelos de terapia, como la cognitivo-conductual suele ser útil y muy efectivo para identificar pensamientos negativos que estén afectando tu deseo.
A veces, para conseguir grandes cambios, no necesitas hacer grandes esfuerzos y es suficiente con hacer pequeños ajustes en tu día a día. Desde mejorar tu dieta y practicar ejercicio hasta desconectar tus dispositivos electrónicos antes de dormir, todo suma para crear un ambiente más propicio para la intimidad.
Prioriza el autocuidado: ¿has probado a reducir el estrés incluyendo momentos de relajación en tu día a día? Te puedo asegurar que esto te ayudará a aumentar tu libido.
Recupera la espontaneidad: planificar momentos para la intimidad está bien, pero también es importante dejar espacio para la espontaneidad. Sorprende a tu pareja con un gesto romántico o simplemente haced algo diferente juntos.
Finalmente, quiero enfatizar que los parones sexuales son una parte natural de nuestra vida. No debemos sentirnos avergonzados ni presionados por cumplir con expectativas externas. Recuperar tu sexualidad es un proceso, y cada paso cuenta.
Lo más importante es entender que estos momentos pueden ser una oportunidad para profundizar en el autoconocimiento y en la relación con tu pareja. Desde esta perspectiva, un parón sexual puede convertirse en un trampolín hacia una vida íntima más plena y enriquecedora.
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