El manual para superar una ruptura

Como ya sabrás, el duelo que vivimos no se conforma de una única fase, sino que nuestros sentimientos van evolucionando a medida que avanzamos, llevándonos a las siguientes etapas:

1. Negación, no es tanto rechazar sin razón lo que ha pasado; es más como un mecanismo de defensa natural, dándonos algo de tiempo antes de enfrentarnos a la realidad completa de la situación. Piensa en la negación como un “escondite” temporal, un respiro antes de prepararnos para lidiar con lo difícil y avanzar hacia la aceptación.
2. A medida que pasamos por las etapas del duelo después de una ruptura, la ira aparece como una explosión, una manera de liberar todas esas emociones reprimidas. La clave aquí es dejar salir esa ira con cabeza, usándola como combustible para el crecimiento personal. Por ejemplo: desfogando en un gimnasio.
3. Justo como la tormenta que pasa, la ira da paso a la negociación. Este es el típico momento en que podríamos encontrarnos estudiando las diferentes posibilidades de nuestra nueva vida después de la ruptura. Consiste en buscar un cierre.
4. Pero recuerda, la negociación es solo un paso en el camino, llevándonos a la aceptación donde las heridas comienzan a cicatrizar, y un nuevo capítulo de nuestra vida empieza a ser escrito.

Romper es duro, es como si te hundieras en un abismo. Al principio, se puede sentir como si alguien tirara de una alfombra sobre la que estás de pie y perdieras el equilibrio. En este punto, es natural sentirse perdido, desubicado, incluso roto. De la misma forma que un puzzle tiene muchas piezas que encajar, nosotros necesitamos enfrentarnos a las secuelas de una ruptura para recuperarnos.

Lidiar con una ruptura es más que reparar un corazón roto; se trata de cuidar tu bienestar emocional. Date espacio para llorar, sabiendo que está bien sentir una mezcla de emociones. En lugar de reprimirlas, deja que fluyan los sentimientos, especialmente la tristeza. Y no olvides acudir a un amigo de confianza cuando te sientas dolido.Comparte tus pensamientos y sentimientos, los buenos amigos te apoyarán y recordarán que no estás solo en este proceso. Si ves esta etapa inviable o muy difícil de llevar a cabo porque no estás acostumbrado a expresarte o comprender tus emociones, te sugiero leer este artículo.

Antes que nada, date un respiro. Es como parar una película; necesitas un momento para recopilar tus pensamientos. No hay necesidad de pasar por todas las etapas a la vez. Tienes que pasar por todas:

1. Comienza rodeándote de amigos y familiares que te apoyen. Piensa en ellos como tus animadores emocionales, que levantan tus ánimos durante este capítulo especialmente difícil.
2. Ahora, hablemos de autocuidado. Tómate un respiro, disfruta de actividades que te hagan feliz, como una noche viendo tu película favorita o darte un paseo por el parque. Es hora de redescubrir lo que te hace feliz.

Y oye, no seas demasiado duro contigo mismo; es como aprender a montar en bicicleta de nuevo. Vive el proceso, y recuerda, sanar no es una carrera de velocidad; es una maratón, y tú tienes el control de la ruta.

Recuperarse de una ruptura es un viaje de autodescubrimiento y sanación. Pero puede ser caótico y pillarte desprevenido, así que ten en cuenta algunas de estas estrategias para volver a sentirte bien después de una ruptura (algunas ya las hemos comentado):

• Autocompasión: aborda el proceso de sanación con amabilidad, tratándote como tratarías a un amigo cercano que enfrenta un momento difícil.
• Acepta las emociones: reconoce lo que estás sintiendo y no intentes huir de ellas.
• Crea rituales de autocuidado: considera el autocuidado como un día de spa personal, participando en actividades que te hagan feliz.
• Construye un sistema de apoyo: crea un equipo de animadores emocionales, amigos y familia que estén a tu lado en las buenas y en las malas.
• Reaviva pasiones: utiliza este tiempo como una oportunidad para redescubrir pasiones antiguas y explorar nuevos intereses.
• Socializa gradualmente: reconecta con viejos amigos y haz nuevas conexiones a tu propio ritmo.

La aceptación no es el final del camino; es un viaje continuo hacia reconstruirnos a nosotros mismos. Consiste en encontrar la fuerza para dejar ir y hacerse a la idea de que vienen nuevos comienzos. Durante estos altibajos, cuidar de ti mismo es clave.

Redescubre quién eres fuera de la relación pasada y ten paciencia mientras atraviesas este viaje personal.