Alexithymia. What to Do When You Don’t Know What You Feel

Alexitimia. ¿Qué hacer cuando no sabes lo que sientes?

Escrito por: Andrés Suro

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Tiempo de lectura 4 min

Seguro que alguna vez has escuchado frases como “no sé qué me pasa”, “estoy raro” o “me cuesta poner en palabras lo que siento”. Para muchas personas, esa dificultad es puntual. Pero para otras, es parte de su día a día: hablamos de la alexitimia, un término psicológico que describe la incapacidad de identificar y expresar emociones de manera clara.


En consulta veo con frecuencia cómo este fenómeno afecta especialmente a hombres. No porque ellos sientan menos, sino porque culturalmente han sido educados para reprimir la vulnerabilidad. Y, aunque no llegue al diagnóstico de alexitimia, el resultado es más que evidente: problemas de comunicación en pareja, ansiedad, dificultades en la intimidad o incluso síntomas físicos derivados de la tensión emocional no expresada.

¿Qué es la alexitimia?


La alexitimia no es una enfermedad en sí misma, sino un rasgo psicológico. Se caracteriza por:

  • Dificultad para identificar qué emoción se está sintiendo.

  • Problemas para verbalizar esas emociones a los demás.

  • Tendencia a centrarse en lo físico antes que en lo emocional (por ejemplo, notar “opresión en el pecho” en lugar de reconocer ansiedad).

Según estudios recientes, la alexitimia afecta entre un 8% y un 10% de la población general, siendo más prevalente en hombres (Mattila et al., 2006). Esta diferencia no parece ser biológica, sino cultural: a ellos se les ha permitido menos espacio para hablar de emociones desde la infancia.

Cómo impacta la alexitimia en tu vida cotidiana


1. Relaciones de pareja


Uno de los factores principales que intensifican la incomprensión en una relación es la dificultad para comunicar emociones. Comentarios como “nunca me cuentas cómo te sientes” son habituales en hombres con alexitimia. Esto suele erosionar la confianza y acabar generando distancia emocional.


2. Bienestar psicológico


No saber qué se siente es motivo suficiente para acabar sufriendo frustración, ansiedad o irritabilidad. La persona no tiene las “herramientas internas” para procesar emociones, lo que favorece la acumulación de tensión mental.


3. Salud física


La conexión entre cuerpo y mente es cada vez más clara, De hecho, más que conexión tendríamos que hablar de unión indisoluble. Un estudio publicado en Psychosomatic Medicine encontró que la alexitimia se relaciona con un riesgo mayor de somatización: dolores de cabeza, problemas gastrointestinales o insomnio sin causa médica aparente (Taylor, 2000).

Alexitimia y hombres: una mirada necesaria


Aunque cualquier persona puede experimentar rasgos que se asemejen a la alexitimia, en hombres suele manifestarse con más frecuencia. La razón tiene que ver con los cánones de masculinidad: “los hombres no lloran”, “tienes que ser fuerte”, “expresar emociones es un signo de debilidad”.


Este aprendizaje cultural hace que muchos crezcan sin un vocabulario emocional rico, lo que después dificulta sus relaciones, tanto familiares como íntimas. A menudo, lo que en consulta aparece como un problema de pareja o de rendimiento, tiene su raíz en una desconexión emocional previa.


¿Se puede superar la alexitimia?


La buena noticia es que sí: aunque la alexitimia suele ser un rasgo estable derivado de factores neurobiológicos, en los casos en los que depende del contexto (crianza, cultura, educación, etc.), se puede entrenar la inteligencia emocional. La clave está en trabajar la conexión entre pensamiento, emoción y cuerpo. Aquí algunas estrategias:


1. Pon nombre a las sensaciones físicas


Cuando notes tensión, calor o presión en el cuerpo, pregúntate: ¿qué emoción podría estar detrás? Por ejemplo: tensión en el pecho puede relacionarse con ansiedad, calor en la cara con vergüenza o enfado.


2. Diario emocional


Dedica unos minutos al día a escribir cómo te has sentido en distintas situaciones. No hace falta ser poético: basta con frases cortas como “me ha frustrado que me hayan interrumpido durante la última reunión”.


3. Escalas emocionales visuales


Utilizar recursos como la “rueda de las emociones” de Robert Plutchik ayuda a ampliar vocabulario emocional y diferenciar matices (no es lo mismo “molestia” que “ira”).


4. Terapia psicológica


El acompañamiento profesional es esencial. A través de la terapia, se trabajan estrategias para identificar emociones, comunicarlas y reducir la ansiedad asociada a esa desconexión.

Alexitimia y bienestar íntimo


En el ámbito íntimo, la alexitimia puede provocar lo que llamamos ansiedad de rendimiento. El hombre no es capaz de expresar lo que necesita o lo que siente, y esto incrementa la presión mental y física durante los encuentros.


Aquí es donde recursos prácticos, como técnicas de respiración, pausas conscientes o incluso herramientas de apoyo diseñadas para hombres se vuelven pilares clave a la hora de avanzar en el proceso En este sentido, si la ansiedad de rendimiento afecta al control de la eyaculación, la solución MYHIXEL Control te ayudará a recuperarla, mientras que si afecta a tu capacidad para mantener erecciones, MYHIXEL Ring es muy buena recomendación como complemento de tus encuentros íntimos.


Estos recursos no resuelven la alexitimia en sí, pero sí ayudan a reducir la tensión asociada al rendimiento mientras se trabaja en terapia para desarrollar una mejor gestión emocional.


Ejercicios prácticos para empezar hoy


Si crees que esta incapacidad para nombrar tus emociones te está afectando mucho, aquí tienes un plan sencillo para introducir en tu rutina:


  • Mañana: al levantarte, dedica 1 minuto a identificar cómo te sientes en una palabra.

  • Durante el día: pon una alarma cada 3 horas que te recuerde revisar tu estado emocional (contento, cansado, tenso…).

  • Noche: escribe 3 momentos que te hayan generado alguna emoción y nómbralos.
    

Estos microhábitos no sustituyen la terapia, pero funcionan como entrenamiento para empezar a conectar con tu mundo interno. Y si sospechas que tienes alexitimia, no dudes en contactar con un profesional que te acompañe en este proceso.


Conclusión


La alexitimia no significa que no sientas, sino que te cuesta traducir en palabras lo que ocurre dentro de ti. Por lo tanto, reconocer este rasgo es el primer paso para trabajar en él.


Hacerlo no solo mejora la comunicación en pareja o la calidad de tus relaciones, también repercute directamente en tu bienestar integral: menos ansiedad, más conexión contigo mismo y mayor confianza en tu día a día.


La vuelta a la rutina, como cada septiembre, puede ser el momento perfecto para empezar a escucharte más y vivir con mayor conciencia emocional.


Referencias

Andrés Suro

Autor: Andrés Suro  (Sexual Coach at MYHIXEL)


Psicólogo especializado en el área social y experto en sexología aplicada a la educación.

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