Factores que aumentan el riesgo de cáncer de próstata y cómo evitarlos

Si algo tenemos que reconocerle a las mujeres en términos de salud es que nos llevan la delantera en la prevención y detección de cualquier patología médica¹. Y esto es aún más evidente cuando hablamos de la salud íntima.

De hecho, no son pocos los estudios que lo demuestran, bien sea porque las mujeres tienen más conciencia acerca de la importancia de los exámenes de salud rutinarios y programas de prevención o por el hecho de que los hombres, a menudo, posponen las consultas relativas a revisiones médicas². ¿El resultado? Diagnósticos más tardíos de enfermedades como el cáncer de próstata y, por ende, peores pronósticos en el tratamiento y solución de estas enfermedades.

Pero como tú estás leyendo este artículo, voy a dar por hecho que te preocupas lo suficiente por tu salud y quieres romper con este patrón tan negativo. Así que, despeja la mente que voy a darte toda la información que necesitas saber para que puedas gestionar tu salud prostática con autonomía y conocimiento de causa.

¿Qué es el cáncer de próstata?

El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más comunes en los hombres. Se desarrolla en la próstata, una pequeña glándula ubicada debajo de la vejiga, que forma parte del sistema reproductor masculino. Su función principal es producir el líquido seminal (el que protege y nutre a los espermatozoides). Aunque muchos casos de cáncer de próstata crecen de manera lenta y no causan graves problemas de salud, si no se detectan a tiempo (que es lo que suele pasar), pueden llegar a ser agresivos y extenderse rápidamente a otras partes del cuerpo.

Como te podrás imaginar, en este punto es crucial detectar este tipo de cáncer a tiempo, ya que en etapas iniciales es más tratable y tiene un mejor pronóstico. Además, gracias a los avances en la detección precoz y en los tratamientos, la tasa de supervivencia de este tipo de cáncer ha mejorado inmensamente en las últimas décadas. Así que, no tienes excusa para dejar pasar tu salud íntima por alto.

¿Quién es más propenso al cáncer de próstata?

El riesgo de desarrollar cáncer de próstata aumenta con la edad. Es más común en hombres mayores de 50 años, y el riesgo sigue incrementándose a medida que se envejece. De hecho, más de la mitad de los casos se diagnostican en hombres mayores de 65 años, pero no solo importa la edad.

Existen otros factores, como el historial familiar: si un pariente cercano, como un padre o un hermano, ha tenido este tipo de cáncer, el riesgo se duplica. Entonces… ¿sólo importa la edad y la genética? Pues no, como en (casi) todo, el estilo de vida también influye en el posible desarrollo del cáncer de próstata.

¿Qué puede provocar cáncer de próstata? Factores que aumentan el riesgo

Hay diversos factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Uno de los principales es la alimentación. Las dietas ricas en grasas saturadas, como las que contienen mucha carne roja y productos lácteos grasos, se han asociado con una mayor incidencia de este cáncer. El sobrepeso también es un factor a tener en cuenta, ya que puede contribuir al desarrollo de tumores más agresivos.

Y si el dato anterior te ha matado, tengo uno mucho peor para los que no se mueven del sofá: el estilo de vida sedentario es otro riesgo. La falta de actividad física puede tener efectos negativos en la salud masculina en general y aumentar la posibilidad de desarrollar este tipo de cáncer. Por lo tanto, si quieres reducir el riesgo, es casi obligatorio mantener un peso saludable y llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y fibra. Y por supuesto, eliminar de tu vida los dos venenos más comunes.

Lo más dañino para tu próstata

Entre los factores más dañinos para tu próstata se encuentran el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo. Ambas prácticas (o vicios, depende de cómo lo veas) no solo afectan a la salud íntima en general, sino que también han sido vinculadas con un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata. El alcohol en exceso puede alterar el equilibrio hormonal, lo que influye en el crecimiento de las células prostáticas.

Por otro lado, el tabaco contiene numerosas sustancias cancerígenas que aumentan el riesgo de cáncer en múltiples órganos, incluida la próstata. Si bien dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol son buenos hábitos recomendados para la prevención del cáncer de próstata, también contribuyen a mejorar el bienestar general. Vaya, ¡qué mínimo que planteárselo!

¿Cómo evitar el cáncer de próstata?

La prevención del cáncer de próstata, como te adelantaba antes, empieza con la adopción de buenos hábitos que promuevan una salud integral. En primer lugar, procura integrar en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes, como el tomate, las espinacas y el brócoli, que son muy buenos para la salud prostática.

En segundo lugar, el ejercicio frecuente también es fundamental. Como mencionaba anteriormente, el peso influye, así que tener una rutina de actividad física no solo ayuda a controlarlo, sino que mejora y fortalece el sistema inmunológico.

¿Cuándo sospechar cáncer de próstata? Síntomas y cómo detectarlo

El cáncer de próstata en sus primeras etapas no suele mostrar síntomas evidentes, lo que hace que sea especialmente importante realizarse revisiones periódicas, sobre todo si tienes más de 50 años o antecedentes familiares de cáncer de próstata. Las revisiones tempranas, como el análisis de antígeno prostático específico (PSA), ayudan a detectar cualquier anomalía a tiempo.

Cuando el cáncer avanza, algunos de los signos que pueden aparecer incluyen dificultad para orinar, disminución en el flujo de la orina, sangre en el semen o la orina y dolor en la zona pélvica o lumbar. Por lo tanto, si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable acudir al médico para una evaluación completa.

Tu salud es lo primero: Cuídate

Cuidar de tu salud íntima es fundamental para mantener una buena calidad de vida. La prevención del cáncer de próstata no se trata solo de evitar una enfermedad, sino de adoptar un estilo de vida que favorezca tu bienestar general. Incorpora buenos hábitos, como una alimentación saludable y la práctica regular de ejercicio. Y recuerda que estos cambios no solo ayudan a prevenir este cáncer, sino que también mejora tu salud en múltiples aspectos.

No olvides que la detección precoz es clave. Y si tienes dudas, consulta a tu médico para saber cuándo deberías comenzar con las revisiones y cómo puedes reducir tus riesgos. Al fin y al cabo, tu salud es lo primero y cuidarte ahora marcará la diferencia en tu futuro.

Referencias

1. Bertakis, K. D., Azari, R., Helms, L. J., Callahan, E. J., & Robbins, J. A. (2000). Gender differences in the utilization of health care services. The Journal of family practice, 49(2), 147–152.

Mansfield, A. K., Addis, M. E., & Mahalik, J. R. (2003). "Why Won't He Go to the Doctor?": The Psychology of Men's Help Seeking. International Journal of Men's Health, 2(2), 93–109. https://doi.org/10.3149/jmh.0202.93