Person enjoying intimacy with a smart sex toy, highlighting the rise of sex tech for pleasure and wellness.

El "Boom" de los dispositivos para la sexualidad: ¿moda o solución real?

Escrito por: Andrés Suro

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Tiempo de lectura 5 min

En los últimos años, estamos siendo testigos de un crecimiento exponencial en la popularidad y diversidad de juguetes y dispositivos para el placer íntimo. Ya existen vibradores con inteligencia artificial o anillos con tecnología de control remoto, y es que el mercado está evolucionando rápidamente. Pero la cuestión es, ¿se trata de una moda pasajera o una verdadera revolución en el bienestar sexual?

La tecnología nos rodea y ya forma parte de todos los ámbitos de nuestra vida, por lo tanto, ¿por qué iba a ser la sexualidad la excepción? Si de algo sirven los avances en los productos sexuales es que nos permiten conocernos mejor a nosotros mismo y nuestro cuerpo. Y como ya sabrás, esto trae consigo más placer y, en algunos casos, una mejora en las relaciones de pareja. En definitiva, los juguetes parecen que han llegado para quedarse. De hecho, según un estudio de la Universidad de Indiana (Herbenick et al., 2017), incorporar juguetes sexuales se ha normalizado, con un 53% de mujeres y un 45% de hombres reportando haberlos utilizado al menos una vez en su vida.


Los verdaderos beneficios de los dispositivos sexuales: más allá del placer

Si podemos afirmar algo sobre los juguetes sexuales modernos es que no están diseñados exclusivamente para dar placer, sino que ya existe una amplia gama de dispositivos que también abordan la salud íntima y el bienestar general. Numerosos estudios han demostrado que su uso está vinculado a una mejor relación con el propio cuerpo, mejores índices de satisfacción sexual e, incluso, una reducción del estrés. Vaya, que algunos de estos productos son un 3x1.


Sin duda, uno de los mayores beneficios es que facilitan enormemente la autoexploración. Anteriormente, te compartimos que conocer qué nos gusta y cómo responde nuestro cuerpo es una de las claves para disfrutar de una sexualidad plena. Y es precisamente lo que nos permiten conseguir los dispositivos sexuales, que se convierten en las mejores herramientas de cara a la terapia sexual, ayudando en casos de anorgasmia,eyaculación precoz, disfunción eréctil o problemas de bajo deseo sexual. Según un estudio realizado por McCabe et al. (2010), los juguetes sexuales son uno de los ingredientes más efectivos para combatir algunas disfunciones sexuales, ya que favorecen la comunicación en pareja y mejoran la respuesta sexual individual. Podríamos decir que son el puente perfecto entre disfrute y conexión.

Dispositivos sexuales en pareja: ¿mejoran la intimidad o generan distancia?

Seguro que tú también has escuchado (o dicho) eso de que los juguetes sexuales para las mujeres hacen que su placer disminuya a la larga. Pues aquí venimos a desmentir ese mito tan frecuente. No solo eso, la realidad es que estos dispositivos ayudan en muchos casos a enriquecer la intimidad y fomentar la exploración conjunta, haciendo que ambas partes se impliquen en conocerse y disfrutar de formas diferentes.


Algunas investigaciones recientes muestran que las parejas que incorporan juguetes íntimos en sus encuentros experimentan mayor satisfacción y se comunican mucho mejor en la cama (Hald et al., 2024). Todo un milagro en los casos de las parejas que suelen tener más problemas para entenderse. De nuevo, la clave está en el diálogo y la confianza. Los dispositivos son solo los aliados de vuestra conexión y placer, nunca sus sustitutos.

¿Marketing o necesidad? El impacto social de los productos íntimos

A estas alturas, a nadie le sorprende que la industria del placer haya encontrado un nicho más que rentable en el creciente interés por la tecnología sexual. En la última década, el mercado global de juguetes sexuales ha crecido significativamente, con estimaciones de alcanzar los 52.7 mil millones de dólares para 2028 (Grand View Research, 2021). ¿Cual es el problema? El oportunismo de muchas empresas en querer vender a toda costa sin aportar nada novedoso realmente. Aunque eso hablaremos en el siguiente apartado.


Si bien algunas campañas de marketing explotan la curiosidad y el morbo, también han contribuido a la desestigmatización del placer y la autoexploración, por lo que podríamos decir que esta moda ha traído más cosas buenas que malas. Además, el aumento de la oferta ha permitido que haya dispositivos de alta calidad, con diseños ergonómicos y materiales seguros para el cuerpo, por lo que la satisfacción, la seguridad y comodidad ahora van de la mano.

La importancia de elegir dispositivos sexuales de calidad y con conciencia

Antes te decíamos que, con las modas, también hay mucho oportunismo. Y es que la expansión del mercado ha permitido que surjan productos de dudosa procedencia y materiales poco seguros. ¿Qué medidas podemos tomar para no dejarnos engañar? Hay varios factores que puedes tener en cuenta:

  • Es fundamental elegir dispositivos fabricados con silicona médica, ABS hipoalergénico y otros materiales certificados. Un estudio de la Universidad de California (Davis et al., 2020) alerta sobre los riesgos de productos de baja calidad, como irritaciones o infecciones.

  • La limpieza es clave para evitar infecciones. Es mejor elegir dispositivos impermeables, ya que se pueden lavar fácilmente con agua y jabón neutro. Evita los juguetes con grietas, porosidades o partes difíciles de limpiar donde puedan acumularse bacterias.

  • Revisa que el juguete cuente con certificaciones de seguridad, como certificación de silicona médica, CE (en Europa) o FDA (en EE.UU.). Además, si es un juguete recargable, asegúrate de que la batería y el sistema de carga sean seguros para evitar sobrecalentamientos o cortocircuitos.
    

Por último, pero no menos importante, la educación sexual también es decisiva. Ya que no se trata solo de comprar un juguete, sino de entender cómo integrarlo en la vida sexual de manera que sea segura, cómoda y placentera. Si es tu primera vez o te sientes algo desorientado, busca asesoramiento profesional o lee reseñas. De esta forma, te podrás asegurar de que puedes disfrutar con tus juguetes sin riesgos.

Conclusión: ¿moda o revolución?

Definitivamente, el auge de los juguetes sexuales no es una simple moda; es una declaración de intenciones de cómo la sociedad ha evolucionado en su percepción del placer y la salud sexual. Y es que más allá del marketing, estos dispositivos han demostrado ser herramientas más que válidas para el autoconocimiento, la mejora en la vida en pareja e incluso el tratamiento de ciertas disfunciones sexuales.


Como empresa comprometida con el bienestar sexual, nuestra labor es fomentar una sexualidad plena y libre de tabúes. Porque la tecnología en la sexualidad no debe verse como una amenaza, sino como una aliada en la búsqueda de la felicidad y la satisfacción. ¿A qué esperas para llevar tu placer al siguiente nivel con las mejores soluciones para tu vida íntima?

Referencias

  • Hald, G. M., Pavan, S., & Øverup, C. S. (2024). Do Sex Toys Make Me Satisfied? The Use of Sex Toys in Denmark, Norway, Sweden, Finland, France, and the UK. Journal of sex research, 1–15. Advance online publication.  https://doi.org/10.1080/00224499.2024.2304575

  • Davis, C., & Lin, Y. (2020). "Health concerns associated with low-quality sexual devices." University of California Health Review, 12(3), 221-235.

  • Grand View Research. (2021). "Sex toys market size, share & trends analysis report 2021-2028." Retrieved from www.grandviewresearch.com

  • Herbenick, D., Reece, M., Schick, V., Sanders, S. A., & Fortenberry, J. D. (2017). Prevalence and characteristics of vibrator use by women in the United States. Journal of Sexual Medicine, 14(4), 531-540.

  • McCabe, M., Althof, S. E., Assalian, P., Chevret-Measson, M., Leiblum, S. R., Simonelli, C., & Wylie, K. (2010). Psychological and interpersonal dimensions of sexual function and dysfunction. The journal of sexual medicine7(1 Pt 2), 327–336.  https://doi.org/10.1111/j.1743-6109.2009.01618.x  

Andrés Suro

Autor: Andrés Suro  (Sexual Coach at MYHIXEL)


Psicólogo especializado en el área social y experto en sexología aplicada a la educación.

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