
Gimnasios de suelo pélvico para hombres: la nueva revolución del fitness íntimo
|
|
Tiempo de lectura 4 min
|
|
Tiempo de lectura 4 min
¿Qué se hace en un gimnasio? ¡Pues entrenar! Pero, ¿se pueden entrenar todas las regiones musculares? Pues de eso va el artículo de hoy, porque durante mucho tiempo, el suelo pélvico ha sido un gran olvidado dentro del mundo del fitness masculino. Y es que tradicionalmente, se ha vinculado esta región a la salud sexual y reproductiva femenina.
Pero este conjunto de músculos que sostiene los órganos pélvicos y participa activamente en funciones como la micción, la erección y la eyaculación, comienza a ganar visibilidad también entre los hombres. Así que hoy vamos a hablar de los gimnasios de suelo pélvico para hombres: una nueva tendencia que está revolucionando el concepto de cuidado íntimo y prevención desde una perspectiva integral.
El suelo pélvico masculino es como una red de músculos y ligamentos que sostiene la vejiga, los intestinos y, en parte, los genitales. ¿En qué se traduce esto? Pues, aunque muchas veces pasa desapercibido, es esencial para la continencia urinaria, el control durante el coito y la calidad de la erección. Sí, tus erecciones dependen directamente de tu suelo pélvico: cuando estos músculos se debilitan, ya sea por sedentarismo, envejecimiento o tras una cirugía prostática, pueden aparecer síntomas como escapes de orina, disminución de la sensibilidad o disfunción eréctil.
Así que, podrás imaginarte lo importante que es fortalecer el suelo pélvico masculino. No es solo una cuestión de salud, sino también de bienestar y calidad sexual. Por eso, el entrenamiento específico de esta musculatura se “postula” como un nuevo aliado del rendimiento íntimo, el control eyaculatorio y la confianza sexual. Pero… ¿cómo?
De la misma forma que existen programas de reeducación perineal para mujeres, los gimnasios de suelo pélvico masculino se han inspirado en estos, combinando tecnología, fisioterapia y sexología, para ofrecer rutinas de entrenamiento personalizadas. Estos centros utilizan biofeedback, electroestimulación y ejercicios activos para fortalecer los músculos del periné. Vale, si te has quedado con cara de poker, no te preocupes.
Para que te hagas una idea, en una sesión típica, el paciente normalmente recibe una valoración funcional de su suelo pélvico, aprende a contraer y relajar correctamente los músculos implicados, y se establece un plan progresivo de entrenamiento. Algunos gimnasios cuentan también con dispositivos domésticos conectados a apps que permiten monitorizar el progreso desde casa. ¿Aún tienes dudas?
Como te decíamos anteriormente, los beneficios van más allá de tu salud sexual. El fortalecimiento del suelo pélvico en hombres ofrece múltiples mejoras, tanto preventivas como terapéuticas. Entre ellas, destacan:
Mejora de la erección y la rigidez peneana: un suelo pélvico fuerte favorece el llenado de los cuerpos cavernosos, que son esenciales para conseguir la rigidez del pene.
Mayor control eyaculatorio: entrenar estos músculos ayuda a retrasar la eyaculación y aumentar el placer. Cuanto mayor sea tu control, mayor será tu disfrute.
Prevención de incontinencia urinaria y fecal: especialmente útil tras cirugía de próstata.
Aumento de la sensibilidad genital y del placer sexual.
De hecho, un estudio publicado en The British Journal of General Practice (Dorey et al., 2004) demostró que el entrenamiento del suelo pélvico es efectivo para mejorar la disfunción eréctil en un grupo de hombres que practicaron ejercicios durante tres meses, con resultados superiores a quienes solo recibieron consejos sobre estilo de vida.
Aunque suele recomendarse tras la aparición de síntomas como incontinencia o disfunción sexual, lo ideal es comenzar antes, como parte de una rutina de prevención. Muchas veces, cuando hablamos de nuestra salud, solo atendemos los problemas cuando ya son un problema. Y los expertos no dejan de recordarnos que “más vale prevenir que curar”. Así que, al igual que el entrenamiento de fuerza o cardiovascular, el cuidado del suelo pélvico debería formar parte del fitness masculino integral.
¿Quieres información un poco más concreta? Pues los mejores candidatos para este tipo de entrenamiento son los hombres deportistas, los sedentarios, los mayores de 40 años o quienes han pasado por cirugía urológica. También aquellos que desean mejorar su rendimiento sexual o recuperar el control en su vida íntima pueden beneficiarse enormemente.
Ejercicios de Kegel: consiste en contraer y relajar el músculo pubocoxígeo (como si se detuviera el flujo de orina). Para ello, se suelen realizar series de 10 repeticiones, 2-3 veces al día. El problema es que muchas personas lo realizan mal, de ahí que sea necesaria la supervisión de un experto, ya que puede ser contraproducente.
Contracciones rápidas y lentas: alternar contracciones rápidas con sostenidas (5-10 segundos) para entrenar la resistencia y el control.
Respiración abdominal y activación conjunta: combinar respiración profunda con activación del suelo pélvico.
Entrenamiento con biofeedback: utilización de dispositivos que indican en tiempo real si se están realizando bien los ejercicios. Con esta opción, sí sería posible entrenar desde casa, siempre que antes se haya instruido correctamente sobre su funcionamiento.
Once again, it’s worth stressing the importance of working with a trained professional, such as a specialized physiotherapist, to ensure the exercises are done properly and to avoid compensating with the wrong muscle groups.
La llegada de los gimnasios de suelo pélvico para hombres marca un hito en la forma en que entendemos el cuidado íntimo masculino. Ya no se trata solo de estética o fuerza física, sino de funcionalidad, prevención y placer.
Que te quede algo claro: entrenar el suelo pélvico no es una moda pasajera, sino una estrategia efectiva y respaldada por la ciencia para mejorar la calidad de vida y el bienestar sexual. En una época en la que los hombres buscan cada vez más herramientas para conectar con su cuerpo, gestionar el estrés y potenciar su sexualidad, esta revolución del fitness íntimo llega para quedarse.
¿Te apuntas?
Dorey, G., Speakman, M., Feneley, R., Swinkels, A., Dunn, C., & Ewings, P. (2004). Randomised controlled trial of pelvic floor muscle exercises and manometric biofeedback for erectile dysfunction. The British journal of general practice : the journal of the Royal College of General Practitioners, 54(508), 819–825.
Notenboom-Nas, F. J. M., Knol-de Vries, G. E., Beijer, L., Tolsma, Y., Slieker-Ten Hove, M. C. P., Dekker, J. H., van Koeveringe, G. A., & Blanker, M. H. (2022). Exploring pelvic floor muscle function in men with and without pelvic floor symptoms: A population-based study. Neurourology and urodynamics, 41(8), 1739–1748. https://doi.org/10.1002/nau.24996
Latorre, G., & Gómez, J. (2017). Fisioterapia en el suelo pélvico masculino. Fisioterapia, 39(3), 123–130.