Las 3 fantasías sexuales menos conocidas

¿Crees que tienes fantasías sexuales muy raras? Te traemos un adelanto de tres de las fantasías sexuales menos frecuentes que he conocido en mis sesiones. La mayoría de ellas tienen un significado o un trasfondo histórico. En este artículo encontrarás información interesante sobre estas fantasías y antes de terminar aprenderás de dónde vienen y por qué hay personas que fantasean con estos fetiches.

Tal vez no es algo que hayas escuchado antes, pero es un hecho, muchas personas fantasean con tentáculos y tener sexo con un pulpo. ¿Pero cómo es que algunas personas tienen este tipo de fantasías? ¿De dónde viene? ¿Es un fetiche? ¿Por qué excita a hombres y mujeres?

Las fantasías con tentáculos se originaron hace mucho tiempo, pero rápidamente se hicieron populares en todo el mundo. Desde el siglo XVIII, las pinturas japonesas ilustran grabados en madera que representan a mujeres penetradas por pulpos. Había una razón muy práctica para utilizar la representación animal. En aquella época, estaba mal visto hacer contenido erótico explícito, ya que se consideraba demasiado extremo.

Los japoneses se pusieron creativos para satisfacer sus fantasías sexuales, añadieron tentáculos para emular otras partes del cuerpo que no estaban permitidas mostrar, como los genitales. Incluso ahora, en la pornografía japonesa no se permite enseñar directamente los genitales, por lo que, a menudo, se difuminan en el porno de acción real.

Si quieres sumergirte en este mundo, tengo que decirte que hay todo tipo de contenidos para elegir. Hay para todos los gustos, siempre y cuando te gusten… ya sabes… los tentáculos. Por ejemplo, puedes encontrar la erótica animada llamada hentai (o manga erótico japonés), que puede estar protagonizada por criaturas marinas, extraterrestres o personajes de fantasía.

También hay un género de acción en vivo, el porno de tentáculos. En este tipo de erotismo visual, se pueden encontrar réplicas de silicona o goma de pulpos/tentáculos. Muchas mujeres pueden encontrar excitante ser tocadas y penetradas por múltiples manos, en este caso, por muchos tentáculos.

De nuevo, hay un componente de dominación-sumisión aquí, pero estas fantasías también tienen otras características interesantes. Por ejemplo, hay un paralelismo con las fantasías de sexo en grupo en el sentido de que la persona está siendo complacida por múltiples apéndices simultáneamente. Estas personas describieron una cantidad abrumadora de estimulación física, similar a lo que uno podría experimentar como centro de atención en una orgía.

Ahora hablemos de otro animal, en este caso la protagonista es una vaca. Esta fantasía se basa en una persona sumisa que disfruta de la lactancia forzada y suele ser una mujer llamada hucow (del acrónimo inglés human-cow). Podríamos decir que se trata más o menos de un granjero ordeñando a su vaca.

Una hucow (vaca humana) puede ser ordeñada a mano, chupando sus pechos con la boca o utilizando un sacaleches. Algunas hucows y sus parejas se ciñen a una técnica predilecta, mientras que a otras les gusta mezclar las prácticas y posturas. Algunas personas se convierten en hucows después del parto, cuando dan el pecho de forma natural. Otras se inducen la lactancia utilizando una variedad de técnicas que incluyen el bombeo, la estimulación manual, la lactancia materna y los suplementos que incluyen polvo de fenogreco.

Hay todo un género porno dedicado a mujeres con cuerpo de vaca que se ordeñan. De hecho, una búsqueda rápida en cualquier sitio porno tiene fácilmente más de 1.500 visitas para «vaca humana». Entonces, ¿qué significa esta fantasía? Bueno, obviamente contiene elementos de sumisión, por lo que caería bajo el paraguas general del BDSM. Sin embargo, también tiene un elemento muy fetichista con el énfasis en el bombeo y el consumo de leche materna.

Bien, ahora dejemos de lado a los animales por un momento y vamos a hablar de muñecas, pero no de las muñecas Barbie con las que se jugaban cuando éramos pequeños: nos referimos a muñecas de tamaño humano. El fetichismo con muñecas es un tipo de fetichismo sexual en el que los individuos se sienten sexualmente excitados y atraídos por muñecas y/u objetos similares a ellas.

A las personas con este tipo de fantasías les gusta tener contacto sexual con muñecas animadas o inanimadas, o transformarse en una muñeca (o transformar a alguien). Así es, algunas personas tienen sexo con figuras sin vida. También existe una forma virtual de fantasías con muñecas. Esta ficción erótica puede representarse online y en mundos virtuales a través de avatares de muñecos creados por ellos mismos. Esto también viene de la mano de las películas de animación, donde hay un cruce destinado al placer sexual del espectador.

Este tipo de fetiche es en realidad una forma de agalmatofilia, una parafilia que implica la atracción sexual a los maniquíes, estatuas y otros objetos de apariencia real. También hay gente a la que le gusta llamarlo sexualidad de objetos.

Y, por supuesto, esto no es algo nuevo. Desde el siglo XVI, los marineros europeos tenían objetos con ropa vieja encima. En los siglos XVII y XIX, la gente en Japón llamaba a este tipo de objetos sexualizados «esposas holandesas» -ya que los holandeses las vendían-.

Aquí hay mucho comportamiento BDSM por la naturaleza dominante y sumisa de quien controla la muñeca y la propia figurita.

Todos sabemos que las fantasías sexuales tienen un gran espectro de comportamientos. Entonces, ¿qué nos dicen todos estos deseos? Como todo en esta vida, depende de la persona, de su creatividad y de su historia vital. Hay mucha flexibilidad en la forma de satisfacer mentalmente nuestros deseos sexuales. Esto significa que las causas de estas fantasías no se conocen del todo, aunque es posible hacer varias hipótesis al respecto. La hipótesis más extendida es que estas fantasías están relacionadas con el poder y los roles de dominación y sumisión. De hecho, muchas personas emplean juegos de rol de este tipo por su similitud.

La sexualidad es tan diversa como los seres humanos. Por ejemplo, algunos preferimos la pizza sin piña y a otros les fascina. Esto también ocurre con nuestra sexualidad y cómo la percibimos. Así que, sea cual sea tu fantasía sexual, no te sientas mal por ello: siempre que haya consentimiento, no hay que avergonzarse. Y si quieres vivir tu fantasía en solitario, tienes muchas opciones audiovisuales para cumplirlas y satisfacer tus necesidades.