Armarios, ¿para qué?

Todos conocemos la expresión “salir del armario”. Viene del inglés «come out of the closet» de mediados del siglo XX en Estados Unidos y se cree que su origen viene de los hombres y mujeres trans que “sacaban del armario” sus prendas femeninas y las vestían para expresar su sexualidad abiertamente ante la sociedad de forma reivindicativa, por lo que hoy en día se utiliza para definir a las personas homosexuales y trans que deciden aceptar y expresar su identidad sexual.

A día de hoy los armarios son motivo de debate y controversia porque se entiende que en sociedades con legislación avanzada en materia de igualdad no debería exigirse o esperarse que nadie tuviera que reconocer o afirmar su identidad sexual. Sin embargo, la realidad es que para muchas personas del colectivo LGTBIQ+ sigue siendo necesario salir del armario en ciertos círculos sociales para ser respetados/as. Entonces, ¿qué relevancia tienen “los armarios” hoy en día?

Todo se resume en una palabra: depende. Es cierto que podemos encontrar salidas muy positivas, pero siguen dándose algunas con consecuencias negativas debido a la falta de comprensión de un gran sector de la población de lo que suponen estas identidades y realidades. Entre ellas destacan:

• Sufrir bullying o mobbing: Todavía sigue siendo frecuente recibir acoso escolar o laboral, un trato denigrante y discriminatorio que puede ir desde lo puramente psicológico a lo físico.

• Rechazo y hostilidad por parte de la familia: Para muchos padres o cuidadores (sobre todo aquellos con fuertes creencias religiosas) sigue siendo incomprensible e intolerable tener un hijo gay, lo que supone un rechazo hacia sus hijos que, en ocasiones, deriva en abandono o desprotección de los menores.

• Rechazo del entorno: Crecer en una comunidad que rechaza el colectivo LGTBIQ+ aumenta la probabilidad de que ciertas personas cercanas (amistades y compañeros) te rechacen o se alejen de ti.

A pesar de estas posibles resoluciones, las razones por las que muchas personas se animan y deciden salir del armario superan con creces a las negativas:

• Aceptación y reconocimiento de la familia: Muchas veces salir del armario supone una completa comprensión de la realidad de una persona por parte de su familia, lo que posibilita que esta le acepte y reconozca.

• Empoderamiento: Una vez que alguien se acepta tal y como es, empieza a sentir indiferencia por las burlas y críticas de los demás, por lo que estos juicios ya no son determinantes en su vida y su forma de relacionarse.

• Vivir en paz: Para muchas personas, salir del armario es el punto de inflexión que les permite poder ser auténticas y dejar de vivir en las sombras.

Llegados a este punto, puede que te preguntes: ¿Tengo que salir del armario?

Lo primero que tienes que saber es que no estás obligado a salir del armario si no quieres, no te sientes preparado o simplemente no ves necesario pasar por este ritual para sentirte auténtico y fiel a ti mismo. Ambas decisiones son igual de respetables, no permitas que nada ni nadie te haga sentir infravalorado o menospreciado por tus convicciones.

Hay una serie de ideas que pueden ayudarte a tomar esta decisión y, en caso de salir del armario, orientarte para que este proceso sea positivo para ti.

En múltiples ocasiones, saber lo que tu entorno opina acerca de la comunidad LGTBIQ+ puede orientarte de cara a saber cómo pueden reaccionar ante tu salida del armario. Esto no es una regla que se cumpla al 100% porque, en ocasiones, el hecho de que exista un vínculo emocional (ya sea familiar o de amistad) entre la otra persona y tú altera la respuesta y reacción esperada del otro, así que no podemos asegurarte nada. Pero preguntar a los demás por cuestiones sobre diversidad sexual puede ayudarte a saber de qué punto estamos partiendo.

Si tienes la sospecha de que alguien en concreto o un círculo particular no va a entenderte o puede incluso violentarte, no salgas del armario ante ellos. Recuerda que lo más importante siempre es tu bienestar y seguridad. De todas formas, ten en cuenta siempre que existen instituciones, asociaciones y entidades dispuestas a ayudarte, tanto en casos de emergencia como en situaciones de confusión o desinformación.

Bien sea a través de profesionales, amigos o personas de confianza, tener una red de apoyo es beneficioso para no sentirnos desamparados o aislados. Además, contarás con su apoyo y perspectiva durante el proceso, de forma que no estarás solo en el caso de sentirte solo o confuso.

Cabe la posibilidad de que, si las personas de tu entorno no esperaban tu salida del armario, necesiten tiempo para volver a relacionarse contigo como siempre. Algunos incluso pueden cambiar su forma de ser para siempre. No te presiones y no presiones a los demás.

Salir del armario es un proceso que dura toda la vida. Con esto queremos decir que, cada vez que conozcas a alguien, cada vez que te introduzcas en un nuevo contexto o círculo, es como empezar de cero. En tus manos está si decides salir del armario o no con ellos o cuál es el mejor momento para hacerlo. Pero tenemos una buena noticia: cada vez te resultará más fácil y te generará menos estrés hasta el punto de que lo tengas tan naturalizado que sea una parte más de tu carta de presentación. Sin embargo, recuerda siempre que esto es una decisión personal y no tienes por qué sentirte obligado a hacerlo.

Al fin y al cabo, los armarios no tendrían por qué existir, pero, si es importante para ti este proceso, hazlo porque te ayuda a reconocerte y aceptarte a ti mismo.