
Los 10 hacks sexuales que no sabías que necesitabas
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Tiempo de lectura 5 min
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Todos hemos pasado por momentos en los que el sexo se vuelve rutinario, mecánico o predecible. Pero con algunos pequeños ajustes, trucos y descubrimientos, es posible revolucionar por completo la experiencia erótica. No se trata de grandes secretos. En realidad consiste en poner en práctica cosas que ya sabemos pero que no llevamos a cabo por falta de experiencia o de seguridad.
Es por eso que en este artículo te traigo una selección de hacks sexuales que, probablemente, no sabías que necesitabas. Y que una vez los pruebes, no vas a querer dejar de usarlos. Así que, si estás dispuesto a comprometerte a llevar tu vida sexual (y la de tu pareja) al siguiente nivel, quédate hasta el final.
No es necesario tener muebles u objetos sexuales específicos para encontrar el ángulo perfecto. Una almohada (o varias) bajo la cadera puede facilitar una penetración más profunda, mejorar la estimulación del punto G o de la próstata y reducir la tensión lumbar. Y es que, a veces, jugar con la altura y posición supone un cambio mayor del que creemos.
Todos conocemos la posición de la cucharita, pero dale la vuelta: si quien recibe la penetración está ligeramente inclinado hacia delante y el/la compañero/a se acerca desde atrás con el torso pegado, se intensifica el contacto, el control y el roce genital. Ideal para un sexo lento, profundo y con mucho contacto. ¿Lo has probado ya?
Muchas personas fantasean con la idea de hacerlo en la ducha. Y es que suena a algo apetecible hasta que te das cuenta de que el agua es la gran enemiga del lubricante. Por eso, si quieres darle rienda suelta a tu encuentro íntimo bajo el agua, te recomiendo que uses un lubricante de base silicona, que no se disuelve con el agua y mejora el deslizamiento, especialmente si estamos hablando de juegos anales o cuando el cuerpo necesita un extra de ayuda.
Consiste en estimularse (en solitario o en pareja) hasta acercarse al orgasmo, pero detenerse justo antes de alcanzarlo. Se puede repetir varias veces. Esto provoca una acumulación de excitación que puede derivar en un clímax mucho más potente cuando finalmente se permite. Además, ayuda a mejorar el autocontrol del clímax y la eyaculación y a que el sexo se viva como un proceso y no como una meta.
Si quieres empezar con el edging pero sientes que todavía no tienes el control de tu cuerpo (y llegas demasiado pronto), te recomiendo MYHIXEL Control. Es un programa desarrollado por expertos de la salud sexual que ayuda a los hombres a entrenar de forma guiada a través de la masturbación. Incluye un dispositivo que se siente super realista, ya que el interior es anatómicamente realista y cuenta con calentamiento y vibración.
Un cubito de hielo en la lengua o una cucharita caliente al contacto con la piel pueden generar contrastes que despiertan los sentidos. Por eso te recomiendo que explores zonas como cuello, pezones, muslos o parte baja del abdomen. El contraste frío-calor activa receptores nerviosos muy sensibles. ¿Has probado ya las velas eróticas? Tienes un universo sensitivo aún por descubrir…
Elige música con un ritmo que acompañe los movimientos. No todo tiene que ser slow. Hay algo muy potente en acompasar el vaivén del sexo con una base rítmica que haga la experiencia mucho más completa. De hecho, algunos estudios han demostrado que la música aumenta la excitación sexual y la concentración en el placer (Labbé, 2007).
Para muchos ver el cuerpo propio o el ajeno en acción suele dar vergüenza y genera inseguridad. Sin embargo, para otros puede ser una fuente brutal de excitación. En el caso de que seas del segundo grupo (o quieras empezar a serlo), atento: si no tienes espejo de cuerpo entero, prueba con el del armario, el del baño o incluso a grabarte (con consentimiento) para estimularte luego. El deseo entra mucho por los ojos.
A veces no se trata de nuevas posturas, sino de nuevos contextos. Por eso, muchas parejas deciden sacar el sexo de la cama para reactivar el deseo. Por ejemplo: el suelo, con una alfombra mullida, o el sofá, ofrecen puntos de apoyo diferentes que modifican la dinámica corporal.
Si sueles usar la mano dominante, prueba con la otra. Si siempre ves porno, intenta hacerlo solo con fantasías mentales. El truco aquí está en cambiar el ritmo, la presión, el lugar o el contexto para abrirte a nuevas sensaciones y a un conocimiento más amplio de tu cuerpo.
También hay muchas personas que eligen incluir juguetes sexuales, ya sea en la masturbación o con alguien más. Desde anillos para el pene hasta masturbadores de todo tipo. Si estás buscando un anillo, bien sea para mantener mejor la erección o tener orgasmos más intensos, siempre recomiendo MYHIXEL Ring. La mayoría de los anillos suelen ser redondos, lo que hace que apriete la uretra y sea difícil o incluso doloroso eyacular, mientras que MYHIXEL Ring tiene un diseño ergonómico para que puedas hacerlo sin ningún problema.
Si algo podemos aprender del BDSM es sobre la importancia del consentimiento y la comunicación. Y es que tener una palabra que indique "necesito bajar el ritmo" o "vamos a parar un momento" sin romper con la magia del encuentro sexual ayuda a que la comunicación fluya. Y, como te indicaba al principio, este tipo de códigos o palabras de seguridad son especialmente útiles en juegos más intensos, BDSM o simplemente cuando hay nervios.
No hace falta cambiar de pareja ni tener juguetes caros para redescubrir el deseo. A veces, lo que transforma una experiencia es un detalle, un gesto o una idea que no habías probado. Estos hacks sexuales son una invitación a explorar, a jugar y a reconectar con tu cuerpo y el del otro desde la curiosidad.
Porque cuando se trata de sexo, el conocimiento (y un buen truco) también es poder.
Labbé, E., Schmidt, N., Babin, J., & Pharr, M. (2007). Coping with stress: the effectiveness of different types of music. Applied psychophysiology and biofeedback, 32(3-4), 163–168. https://doi.org/10.1007/s10484-007-9043-9