Man and woman sitting back to back on a sofa, both looking stressed, symbolizing differences between men’s and women’s mental health.

Salud mental en hombres vs. mujeres: las diferencias que necesitamos entender

Escrito por: Andrés Suro

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Tiempo de lectura 4 min

Aunque hoy hablamos de forma más abierta sobre salud mental, cuando se trata de los hombres sigue siendo un tema tabú. Las generaciones más jóvenes han empezado a romper el silencio, pero los datos muestran que persiste una preocupante brecha de género.


Mientras que las mujeres están más abiertas a buscar ayuda psicológica y verbalizar su malestar, los hombres tienden a ocultar sus emociones, somatizarlas o transformarlas en irritabilidad, aislamiento o conductas de riesgo.


La salud mental masculina no es peor “por naturaleza”, pero sí está moldeada por factores culturales, hormonales y sociales que hacen más difícil abordarla. Por eso es crucial entender estas diferencias para que puedas cuidarte —tanto mental como físicamente.

Diferencias biológicas y hormonales en la salud mental


Las hormonas influyen de forma significativa en cómo experimentamos y regulamos las emociones, con algunas diferencias entre hombres y mujeres:


Testosterona:


Más alta en los hombres. Se relaciona con la competitividad, la energía y la autoconfianza, pero también con la impulsividad y la dificultad para conectar con emociones más vulnerables.


Estrógenos y progesterona:


Más altos en las mujeres. Tienen un papel protector frente a la ansiedad y la depresión, aunque sus fluctuaciones cíclicas también pueden generar inestabilidad emocional.


Un metaanálisis publicado en Psychological Bulletin (Salk et al., 2017) muestra que las mujeres tienen el doble de probabilidad de desarrollar depresión, especialmente durante cambios hormonales como la adolescencia o el posparto. Los hombres, en cambio, tienden a mostrar síntomas diferentes, como fatiga, ira o consumo problemático de sustancias.


Pero aquí está la clave: la mayoría de las diferencias entre hombres y mujeres se explican por factores culturales y sociales. Las diferencias biológicas no deben utilizarse para justificar estereotipos, sino para adaptar las estrategias de prevención y tratamiento a las necesidades de cada persona.

Factores sociales: el peso de las normas masculinas


Como comentábamos antes, el factor más determinante que diferencia la salud mental de hombres y mujeres no es biológico, —es cultural. Desde pequeños, muchos hombres aprenden (de forma explícita o implícita) que ser vulnerable no es una opción.

«Los hombres no lloran», «sé fuerte», «no te quejes»… Estas frases aparentemente inocentes moldean el comportamiento emocional masculino y generan una peligrosa desconexión interna. Esta presión por mantener la calma, el control o la fortaleza suele traducirse en:

  • Dificultad para identificar y nombrar las propias emociones

  • Resistencia a buscar ayuda profesional

  • Aislamiento social o emocional

  • Aumento de conductas autodestructivas

Según la OMS (2022), aunque las mujeres reportan más síntomas depresivos, los hombres representan el 75 % de los suicidios a nivel mundial, una diferencia que muestra cómo la falta de comunicación emocional puede convertirse en un riesgo vital.

La salud mental masculina, por tanto, requiere no solo más atención clínica, sino también un cambio cultural que redefina qué significa ser hombre en el siglo XXI. Porque una emoción tan básica como la tristeza no es solo “cosa de mujeres”.

Cómo se manifiesta el malestar emocional en los hombres

Mientras que muchas mujeres expresan el malestar a través de la tristeza o la ansiedad, los hombres tienden a mostrarlo más a nivel conductual, es decir, mediante sus acciones. Entre las señales más frecuentes de desequilibrio emocional en los hombres se encuentran:

  • Irritabilidad o enfado frecuente

  • Falta de motivación o sensación de vacío

  • Aumento del consumo de alcohol, otras drogas o pornografía

  • Mayor dedicación al trabajo

  • Cambios en la libido o en el rendimiento sexual

  • Desconexión emocional de la pareja o de los amigos

  • Síntomas físicos como tensión muscular, insomnio o molestias digestivas

Muchos hombres no reconocen estos síntomas como señales de estrés o tristeza. El primer paso hacia una salud mental equilibrada es reconocer el malestar sin juzgarlo, porque solo así puede abordarse de manera efectiva.

Cuidar la salud mental masculina en el día a día


No hace falta tocar fondo para empezar a cuidarte (y no es recomendable esperar tanto). Estos son algunos hábitos cotidianos que favorecen el equilibrio emocional a largo plazo:

  • Haz ejercicio de forma regular: Mejora la autoestima, la oxigenación cerebral y la liberación de endorfinas

  • Duerme bien: Un sueño de calidad reduce la irritabilidad y mejora la regulación emocional

  • Evita el exceso de pantallas o redes sociales: El exceso de comparación digital y de estímulos de dopamina puede aumentar la ansiedad y la frustración

  • Practica el mindfulness o la respiración consciente: Reduce la rumiación mental y mejora la conexión cuerpo-mente

  • Busca espacios seguros para hablar: La terapia, los grupos de apoyo o las amistades sinceras contrarrestan el aislamiento

El bienestar emocional no depende solo de la fuerza de voluntad, sino de rutinas sostenibles que fortalezcan la mente igual que entrenamos el cuerpo.

Redes de apoyo: la clave para romper el aislamiento

Contar con una red de apoyo sólida es uno de los factores más protectores para la salud mental. Sin embargo, los hombres tienden a formar vínculos más instrumentales que emocionales, centrándose más en la acción que en la conversación.

Muchos psicólogos especializados en masculinidad destacan la importancia de recuperar la intimidad emocional entre amigos, hablar de las preocupaciones y normalizar la terapia en los hombres como pasos esenciales hacia una buena salud mental.

No se trata de “feminizar” la comunicación, sino de humanizarla: aprender a compartir sin miedo al juicio y reconocer que la vulnerabilidad también es una forma de fortaleza.

Romper el estigma: terapia, vulnerabilidad y nuevas masculinidades


Uno de los mayores retos sigue siendo la resistencia de muchos hombres a buscar ayuda psicológica. Muchos asocian la terapia con debilidad, cuando en realidad es un acto de autoconocimiento y madurez.

El aumento de figuras públicas que hablan abiertamente sobre salud mental —desde actores como Ryan Reynolds o Bad Bunny hasta deportistas como Andrés Iniesta o Michael Phelps— está ayudando a cambiar la narrativa.

Reconocer el malestar, hablar de él y tratarlo ya no va de ser “fuerte o débil”, sino de elegir vivir con coherencia y bienestar.

En resumen


Existen diferencias biológicas y culturales en cómo hombres y mujeres viven la salud mental.

La salud mental masculina se ve especialmente afectada por el estigma, la falta de expresión emocional y unas redes de apoyo más limitadas.

Cuidar la salud mental exige tanto cambios de hábitos como un cambio de mentalidad: pedir ayuda no te hace menos hombre, te hace más humano.

Referencias:


  • Organización Mundial de la Salud (OMS). (2022). Suicide worldwide in 2022: Global Health Estimates. WHO.

  • Salk, R. H., Hyde, J. S., & Abramson, L. Y. (2017). Gender differences in depression in representative national samples: Meta-analyses of diagnoses and symptoms. Psychological Bulletin, 143(8), 783–822. https://doi.org/10.1037/bul0000102

Andrés Suro

Autor: Andrés Suro  (Sexual Coach at MYHIXEL)


Psicólogo especializado en el ámbito social y experto en sexología aplicada a la educación.

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