¿Qué es el sexo tántrico y cómo practicarlo?

¿Has oído hablar alguna vez del sexo tántrico? Se trata de una práctica ancestral que combina espiritualidad, conexión emocional y placer físico para conseguir una experiencia sexual más profunda y placentera. Se origina en la filosofía tántrica del hinduismo y el budismo y, aunque se disfrute mucho con él, el sexo tántrico no solo busca el placer carnal, sino también la expansión de la conciencia y la energía vital a través de la unión entre ambas partes de de la pareja.

Puede que suene un poco místico y abstracto, pero a muchas personas les atrae la idea de vivir el sexo de una forma más plena. Por eso, en este artículo, nos hemos propuesto explorar qué es el sexo tántrico, sus beneficios y cómo se puede practicar para mejorar la intimidad y el bienestar personal.

¿Qué es el sexo tántrico?

¿Te has preguntado qué significa “tántrico”? Pues hace referencia a todas las prácticas que vienen del Tantra, una tradición espiritual que busca la iluminación mediante la canalización de la energía sexual. A diferencia del sexo convencional, que suele centrarse en el orgasmo como meta, el sexo tántrico enfatiza la conexión plena entre los cuerpos, las emociones y las mentes de los amantes.

¿Cómo se consigue? Esta práctica implica ralentizar el ritmo, utilizar la respiración consciente y mantener un contacto visual mucho más frecuente y profundo para prolongar el placer y generar un estado de “éxtasis meditativo”. Quizá pienses que se trata de una práctica exclusivamente espiritual y muy subjetiva, pero según estudios como el de Diamond (2004), el sexo tántrico ha demostrado que puede aumentar la satisfacción sexual y la intimidad en las parejas. Pero no son sus únicos beneficios.

Beneficios del sexo tántrico

Mejora de la conexión emocional

Uno de los mayores beneficios del sexo tántrico es que fortalece y mejora la relación de pareja al fomentar una comunicación más profunda y sincera entre ambas partes. No solo nos referimos a la comunicación verbal, sino también al hecho de mirarse a los ojos, sincronizar la respiración y tocarse detenidamente, lo que permite que ambas personas se sientan más conectadas emocionalmente. Es una forma muy íntima de empatizar y entenderse.

Mayor control sobre la energía sexual

No solo te permite conectar mejor con tu pareja, sino que te ayuda a ganar mayor control sobre tus erecciones y tu eyaculación. A través de técnicas de respiración y control muscular, el sexo tántrico te permite prolongar el acto sexual. Al tener mayor control, tu sensación de placer y la de tu pareja aumentan y se retrasa la eyaculación en los hombres. Según un estudio de Brotto et al. (2016), las prácticas de mindfulness relacionadas con el Tantra ayudan a reducir la eyaculación precoz y mejorar la respuesta sexual.

Mayor placer y orgasmos múltiples

Al centrarse en la energía y no solo en la estimulación física, el sexo tántrico lleva a orgasmos más intensos y, en el caso de las mujeres, a la posibilidad de experimentar orgasmos múltiples. Además, sumado al punto anterior, cuanto mayor control tengas sobre tu energía sexual, más facilidad tendrás para experimentar diferentes intensidades de placer y, por ende, de complacer a tu pareja.

¿Cómo practicar el sexo tántrico?

1. Crea el mejor ambiente para ello

El entorno es clave para el sexo en general, pero más aún cuando hablamos del sexo tántrico. Para conseguir la mayor relajación y conexión, es importante que tengas en cuenta una habitación o espacio tranquilo, con luz tenue, velas y aromas relajantes como el incienso o los aceites esenciales.

2. Practica la respiración sincronizada

La respiración consciente es la base de las prácticas derivadas del Tantra. Por lo tanto es hora de que tu pareja y tú la pongáis en práctica y aprendáis a sincronizarla. Para ello, empezad por sentaros uno frente al otro y respirad al unísono. De esta forma, es más sencillo sincronizar la energía y llegar a conectar a nivel emocional. Otra forma de sincronizar vuestras respiraciones es a través de la respiración circular, donde uno inhala mientras el otro exhala.

3. Mantened el contacto visual

Mirarse a los ojos sin distracciones está demostrado que ayuda a crear una conexión emocional mucho más profunda. Una de las razones por las que se invite a hacer esta práctica durante el sexo tántrico es porque ayuda a romper barreras emocionales y fortalecer la intimidad. Y es que el refrán “los ojos son el reflejo del alma” no va nada desencaminado.

4. Usad el toque consciente

¿No sabes lo que es el toque consciente? Se refiere a las caricias lentas y con dedicación. Este tipo de contactos ayudan a despertar la energía sexual, por lo que valen tanto para empezar como durante y después del encuentro sexual. Si no estás muy familiarizado, se recomienda explorar el cuerpo de la pareja sin prisas, centrándote en cada sensación. Es una nueva forma de reconectar y reconocer a tu pareja que os va a ayudar a entenderos mejor en la cama.

5. Controla tu energía sexual

El sexo tántrico no busca la eyaculación rápida, sino prolongar el placer lo máximo posible. Para ello, se pueden practicar técnicas como la del edging, donde se detiene la estimulación antes del clímax para intensificar el placer.

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Conclusión

El sexo tántrico es una herramienta muy poderosa que te puede ayudar a transformar tu sexualidad y la de tu pareja en una experiencia más plena y profunda. Y es que si consigues integrar la respiración, la atención plena y la conexión emocional en tus relaciones íntimas, no solo disfrutarás más sino que tu vínculo de pareja mejorará y conseguiréis una mayor satisfacción en todas las esferas de vuestra vida, tanto dentro como fuera de la cama. Aunque, como todo, requiere práctica y paciencia, los beneficios a nivel físico, emocional y espiritual hacen que merezca la pena incorporarlo en la vida íntima.

Referencias

• Diamond, J. (2004). Tantric Sex for Men: Making Love a Meditation. Destiny Books.
  
  

• Brotto, L. A., Chivers, M. L., Millman, R. D., & Albert, A. (2016). Mindfulness-Based Sex Therapy Improves Genital-Subjective Arousal Concordance in Women With Sexual Desire/Arousal Difficulties. Archives of sexual behavior, 45(8), 1907–1921.  j