Illustration of the four stages of human sexual response showing male and female physiological changes.

La respuesta sexual humana: diferencias entre hombres y mujeres | MYHIXEL.com

Escrito por: Andrés Suro

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Tiempo de lectura 6 min

Desmitificando las diferencias en el deseo: comprendiendo las fases de la respuesta sexual


Como terapeuta sexual, veo a menudo a hombres que vienen a consulta sintiéndose frustrados y desconcertados. No entienden por qué hay tanta desconexión sexual entre ellos y sus parejas durante el sexo.


Y, siendo totalmente sincero, no les culpo. Hombres y mujeres pasan por las mismas cuatro fases de la respuesta sexual. Sin embargo, las pequeñas diferencias acaban sumando y pueden hacer que uno de los dos se quede insatisfecho después del encuentro.


En este artículo, vamos a ver las cuatro fases originales del ciclo de respuesta sexual según Masters y Johnson, incorporando también los aportes de la investigación actual en salud sexual. Además, me apoyaré en mi experiencia clínica para ofrecer una visión más completa de cómo responden nuestro cuerpo y nuestra mente durante el sexo, y ayudarte a convertirte en una persona sexualmente más sensible y conectada con tu pareja.


Las cuatro fases de la respuesta sexual


1. Excitación: se enciende la chispa 


Esta fase inicial de la excitación comienza con la vasocongestión, un aumento del flujo sanguíneo en los tejidos del cuerpo provocado por estímulos físicos o psicológicos, que prepara al cuerpo para el coito. Tanto hombres como mujeres experimentan un incremento del ritmo cardíaco y, a menudo, una sensación de calor o enrojecimiento en la piel.


  •  En los hombres, la sangre se acumula en los cuerpos cavernosos, provocando la erección. Los testículos comienzan a elevarse y el escroto se contrae.

  •  En las mujeres, el aumento del flujo sanguíneo hincha los labios vaginales (internos y externos), congestiona el clítoris y lubrica las paredes vaginales. La parte superior de la vagina comienza a expandirse (lo que se conoce como “efecto tienda de campaña”), el útero se eleva y la parte inferior de la vagina se estrecha al llenarse de sangre.


Principal diferencia: No se trata solo de cómo llegamos, sino también de cuándo lo hacemos. Por término medio, los hombres tienden a excitarse más rápido que las mujeres, y suelen sentirse motivados por la respuesta fisiológica en sí misma. Las mujeres, en cambio, suelen buscar el placer sexual, y/o sentirse motivadas por el amor o el compromiso con su pareja (Meston, C. M., & Buss, D. M., 2009; Bancroft, et al., 2009).


Consejo #1: Los preliminares no son opcionales, son esenciales. Esta diferencia resalta lo importante que es el juego previo, ya que permite a muchas mujeres el tiempo necesario para alcanzar un nivel de excitación similar. Chicos, el cerebro es el órgano sexual más potente. Ayudad a vuestra pareja a sentirse relajada y conectada con vosotros: eso puede evitar molestias durante la penetración inicial.(Si queréis saber más sobre esto, no os perdáis nuestro artículo La importancia de los preliminares para una conexión más profunda).

2. Plateau: Building the Intensity


A medida que la estimulación sexual continúa, la tensión muscular se mantiene en un nivel elevado, mientras que el ritmo cardíaco y la respiración siguen acelerándose.


  • En los hombres, la próstata aumenta de tamaño, los testículos siguen hinchándose y elevándose, y el glande puede ensancharse ligeramente y adquirir un tono más oscuro.

  • En las mujeres, los labios vaginales siguen hinchándose y oscureciéndose, la lubricación vaginal puede estabilizarse o incluso disminuir, el clítoris se retrae aún más, el útero continúa elevándose y la parte superior de la vagina sigue expandiéndose.


Principal diferencia: ¡El tiempo vuelve a marcar la diferencia! De media, los hombres tardan entre 4 y 7 minutos en alcanzar el orgasmo tras la fase de excitación inicial. Las mujeres, en cambio, suelen necesitar entre 15 y 20 minutos de media para llegar al clímax.


Consejo pro #2: Disfrutad del proceso y variad el ritmo.  Chicos, ¡vuestra lengua puede ser vuestra mejor jugada! Lo que vuestra pareja busca es una experiencia completa. Podéis empezar con besos profundos y apasionados, practicar sexo oral, pasar a la penetración y luego volver al sexo oral. La variedad no solo mantiene la excitación, también favorece que ambos estéis más conectados y satisfechos.

3. Orgasmo: el pico del placer


¡Por fin! La tensión muscular acumulada (miotonía) culmina en contracciones musculares involuntarias y rítmicas. Tanto hombres como mujeres suelen experimentar una sensación eufórica y un estado de conciencia alterado durante el orgasmo.


  •  En los hombres, el orgasmo suele tener dos fases: primero, el semen entra en la ampolla uretral y se mezcla con los espermatozoides; después, se produce la expulsión del semen a través del pene, lo que generalmente desencadena el orgasmo.

  • En las mujeres, las contracciones principales se dan en el útero y en la parte externa de la vagina


Principal diferencia: ¡Lo que nos lleva hasta ahí! Mientras que los hombres casi siempre alcanzan el orgasmo durante la penetración, la mayoría de las mujeres necesita estimulación directa del clítoris para llegar al clímax. De hecho, en los primeros estudios de Masters y Johnson se observó que la mayoría de las mujeres alcanzaban el orgasmo principalmente a través de la estimulación del clítoris.


Consejo pro #3: Hay más de una forma de estimular el clítoris. ¡La comunicación lo es todo! Deja que ella te guíe y te diga cómo le gusta que le estimulen el clítoris. ¿Con los dedos? ¿Con la lengua? ¿Con juguetes? Las posibilidades son infinitas. Integrar diferentes tipos de estimulación junto con la penetración aumenta significativamente las probabilidades de que ella alcance el orgasmo (Frederick, et al., 2018).


4. Resolución: vuelta a la línea de meta


Después del orgasmo, el cuerpo va regresando poco a poco a su estado no excitado.


  • En los hombres, el flujo sanguíneo disminuye en el pene, lo que hace que la erección desaparezca. Los testículos descienden de nuevo a su posición habitual.

  • En las mujeres, el clítoris y los labios vaginales vuelven progresivamente a su tamaño y estado normales, y también desaparece el enrojecimiento de la piel.


Principal diferencia:
Quién decide cuándo empieza el after-play. Después de eyacular, la mayoría de los hombres experimenta un periodo refractario, durante el cual no pueden volver a eyacular debido a la liberación de prolactina. Esta fase puede durar más o menos tiempo, pero hace que sea mucho más difícil volver a excitarse o alcanzar otro orgasmo de inmediato. Esta misma hormona también provoca somnolencia y cansancio. Es decir, vas a necesitar descansar (o al menos hacer una pausa) antes de estar listo para una segunda ronda. 

En cambio, muchas mujeres tienen la capacidad fisiológica de tener orgasmos sucesivos si la estimulación continúa tras el primero (Meston & Buss, 2009).


Consejo pro #4: ¡Ve a por su orgasmo primero! Los hombres suelen quedarse somnolientos después de eyacular. Puede que te sientas agotado, satisfecho y listo para echar una cabezadita. Por eso, esforzarte en que tu pareja llegue al clímax primero no solo es generoso, también te garantiza poder relajarte del todo después, sabiendo que ella también ha disfrutado.

Reflexiones finales


Quizá la conclusión más importante sea que no existe una única forma “correcta” de experimentar el placer sexual, y que el tiempo juega un papel clave en todas las fases del proceso. Aunque el modelo de respuesta sexual ofrece una guía útil, muchas personas no viven estas etapas de forma lineal ni de la misma manera, y aun así pueden disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria. 

La satisfacción sexual de las mujeres no depende necesariamente de alcanzar el orgasmo, sino que parece estar relacionada con otros factores como sentirse conectadas con su pareja, que la experiencia no sea dolorosa y que tenga un desenlace emocional positivo (Salisbury & Fisher, 2014; Heiman, et al., 2008). 

¡El cuidado posterior importa! Es fundamental seguir comunicándoos y prestando atención el uno al otro, tanto antes como después del sexo, y hacerlo en un momento neutro, fuera del dormitorio. Esta es la mejor manera de descubrir lo que os gusta a ambos y fortalecer la conexión en la relación.


Referencias:
 

  • Bancroft, J., Graham, C. A., Janssen, E., & Sanders, S. A. (2009). The dual control model: Current status and future directions.  Journal of sex research, 46  (2-3), 121-142. 
  • Frederick, D. A., John, H. K. S. T., Garcia, J. R., & Lloyd, E. A. (2018). Differences in orgasm frequency among gay, lesbian, bisexual, and heterosexual men and women in a US national sample. Archives of sexual behavior, 47(1), 273-288. 
  • Heiman, J. R., Talley, D. R., & Bailen, J. L. (2008). Sexual function and satisfaction in hetero-sexual couples when men are administered sildenafil (Viagra) for erectile dysfunction: a multicentre, randomized, double-blind, placebo-controlled trial. J Sex Med, 5, 530-535. 
  • Meston, C. M., & Buss, D. M. (2009).  Why women have sex: Understanding sexual motivations from adventure to revenge (and everything in between)  . Macmillan. 
  • Masters, W. H., & Johnson, V. (1966). The sexual response cycle. In  Human Sexual Response  (pp. 3-8). Little Brown & Company. 
  • Salisbury, C. M., & Fisher, W. A. (2014). “Did you come?” A qualitative exploration of gender differences in beliefs, experiences, and concerns regarding female orgasm occurrence during heterosexual sexual interactions. The Journal of Sex Research, 51(6), 616-631.