Química sexual: cómo potenciarla al máximo
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Esa potente explosión de energía, emociones y conexión sexual que tanto nos gusta es conocida como la química sexual. Es lo que nos motiva a conocer nuevas personas y dar ese paso para atrevernos a ir más allá. Pero, todos alguna vez nos hemos preguntado ¿Cómo sé si tengo química sexual con alguien?, ¿Es lo mismo la química qué la compatibilidad sexual?, ¿Se puede crear?, ¿Cómo se siente?
Si alguna vez has sentido un ritmo cardíaco acelerado, pelos de punta, hormigueo en el estómago y una felicidad insaciable puede que hayas experimentado las sensaciones de la química sexual. La mezcla de todos estos nos avisan de antemano cuando estamos al frente de una posible química.
Muchos dirán que la química sexual debe estar presente para que cualquier relación prolifere. Pero, ¿Cómo funciona la química sexual? Detrás de este estado eufórico, misterioso, placentero y a veces impulsivo hay cambios a nivel psicofisiológico que subyacen de la experiencia sexual:
Es decir, la química sexual está presente desde que dos personas empiezan a conocerse, pudiendo desarrollarse o desaparecer con la evolución de la relación.
Podemos decir que la química sexual es algo espontáneo que ocurre sin predeterminación alguna, algo que se crea en el momento en el que esa persona se nos presenta. Básicamente, es la conexión física que podemos tener con alguien, surgiendo de manera instantánea.
Para que esto ocurra, debe haber un cóctel de ingredientes. Los principales son:
Estos componentes son necesarios para que exista una buena química. Aun así, es muy difícil conceptualizar y definir el término de “química sexual” con precisión ya que tiende a ser un tema bastante subjetivo. Pero vamos a aclarar algunos conceptos para entenderlo mejor
La compatibilidad es el grado de afinidad “íntima” que se tiene con un otro (u otros). Por otra parte, cuando hablamos de conexión emocional, nos referimos a las afinidades, confianza, complicidad y valores (entre otros) que se establecen en una relación. Todo esto da lugar a un conjunto de emociones positivas.
Lo cierto es que la química sexual está intrínsecamente relacionada con la compatibilidad sexual y la conexión emocional ya que sin química, no puede haber compatibilidad ni conexión.
Es posible cultivar la química sexual siempre y cuando ya exista o haya existido en la pareja. Es decir, la química sexual no surge espontáneamente con alguien con quien nunca hayamos sentido las sensaciones descritas al comienzo del artículo. Sin embargo, si esta química ya se ha dado, podemos nutrirla y hacer que crezca. Aunque, en algunos casos puede disminuir con el tiempo.
Existen una serie de factores que influyen en la disminución o desaparición de esta explosión química una vez que la pareja se ha “acomodado”. Podemos distinguir los siguientes:
La respuesta puede parecer obvia pero debemos recordar dos componentes claves: mantener encuentros de calidad y explorar fuera y dentro del dormitorio para incentivar la química.
Pero también debemos recordar tener:
En definitiva, integrar nuevas experiencias, vivencias estimulantes y juegos con tu pareja, evitará que caigas en el aburrimiento y la rutina y te permitirá experimentar nuevas sensaciones cultivando así la química sexual.
Después de toda esta información podemos concluir que la química sexual es un componente importante para elegir acompañante, nos ayuda a evitar o rechazar aquellas situaciones y encuentros sexuales en las que no nos sentimos cómodos y, sin duda alguna, nos ayuda a determinar qué personas forman parte de nuestros momentos íntimos. Cabe añadir que no hay ecuación perfecta para conocer realmente con quién somos compatibles a nivel sexual, físico, mental, amoroso, etc., pero siempre podemos emplear las estrategias que aquí hemos enumerado para sacarle todo el potencial a la química sexual.